alerta temprana

Diseño y Montaje de Sistemas de Alerta Temprana (SAT). El Mayor Aporte a la Gestión de Riesgos

Introducción

La alerta temprana es uno de los principales elementos –sino el principal y fundamental- de la prevención, en todas sus posibles aplicaciones, y de la gestión de riesgos, mandatos y demandas que hoy y en el futuro exigen y condicionan los desempeños de todas las posiciones de liderazgo, sean en el ámbito público como en el privado.

En adelante y con la intención de simplificar y sintetizar, hablaremos de Gestión de Riesgos pero entendiendo que incluimos dentro de este concepto la prevención, y que para ser breves, reconoceremos con la sigla GDR.

Algunos antecedentes de GDR se encuentran en el ámbito financiero, aunque la mayoría de sus propuestas se basan en la data histórica proyectada hacia el futuro (de alguna manera, aplicando el tradicional método tendencial o de proyección).

Otros desarrollos quizás más avanzados aparecen en todo el esfuerzo de anticipación y mitigación de consecuencias relacionados con desastres y catástrofes naturales.

Solo a modo de ejemplo de lo elaborado en este campo, podemos encontrar en el denominado “Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015” el siguiente párrafo:

 «Los países que elaboren marcos normativos, legislativos e institucionales para la reducción del riesgo de desastres y que puedan desarrollar indicadores específicos y mensurables para observar el progreso tendrán más capacidad para controlar los riesgos y concitar el consenso de todos los sectores de la sociedad para participar en las medidas de reducción del riesgo y ponerlas en práctica».

Anticipación estratégica, prospectiva y gestión de riesgos

El enfoque que damos al proceso de diseño, montaje y operación de Sistemas de Alerta Temprana (en adelante los reconoceremos con las siglas SAT o SATs) difiere sustancialmente de los usos antes mencionados.

En primer lugar, nos basamos en la aplicación de estudios prospectivos (análisis de futuros) para penetrar en las posibilidades de ocurrencia en los tiempos que vendrán.

En este sentido, nos apoyamos fundamentalmente en dos métodos de diseño propio: el Método “FLASH”(1)  , que permite análisis en tiempos muy breves (24 a 72 horas); y el Método MEYEP(2)  , que de todos los métodos de prospectiva conocidos, es el único que genera los Mapas de Riesgos y de Oportunidades a Futuro para diversas circunstancias (escenarios u ocurrencia de eventos de ruptura). Esta construcción de los mencionados mapas se da especialmente en sus pasos 4 y 5.

En segundo lugar, el diseño, montaje y operación de los SATs es parte y una de las herramientas más importantes del desarrollo conceptual y metodológico de la Anticipación Estratégica(3)  y en particular del montaje de los Centros o Unidades de Anticipación Estratégica, tanto en organismos públicos como en organizaciones privadas.

Con estas bases, definimos los insumos de valor estratégico para una adecuada gestión de riesgos y prevención, sea cual fuere su ámbito de aplicación.

De la misma manera en que trabajamos los riesgos y elaboramos los respectivos SATs, puede operarse respecto de las oportunidades, ya que el desaprovechamiento o ignorancia de las mismas puede generar un peligroso desbalance estratégico en nuestra contra.

¿Cómo diseñar y montar SATs?

El proceso tiene unos pocos grandes pasos, que seguidos en su orden natural, producen resultados realmente asombrosos. Describiremos brevemente los mismos, pues los analistas y funcionarios dedicados a lograr estos altos niveles de anticipación estratégica, requieren de un entrenamiento y participación en aplicaciones reales muy fuertes y profundas. En este sentido, ningún texto escrito podrá brindar –independientemente de su extensión- todos los conocimientos, habilidades y capacidades de talento humano necesarias para un buen desempeño.

Primer paso: elaborar los Mapas de Riesgos y de Oportunidades a Futuro

Este paso es esencial. Sin sus resultados o productos, es prácticamente imposible diseñar SATs. Los investigadores y analistas deberán determinar, en primer lugar, qué diseño metodológico utilizarán. En este sentido, los analistas podrán utilizar las propuestas del método FLASH, o las del método MEYEP, o una combinación de ambas, e incluso diseños propios orientados a estos fines.

Solo a modo de ejemplo, transcribimos a continuación algunos comentarios del Manual del Método MEYEP vinculados a la elaboración de Mapas de Riesgos y de Oportunidades. Entre sus fundamentos se lee:

¿Por qué hacerlo ahora?

La sola construcción de un determinado escenario (en este caso el tendencial, pero lo que comentamos aquí es válido para todos los escenarios que construyamos) no nos da suficiente información de valor estratégico.

Por lo tanto, debemos realizar un verdadero análisis evaluativo que brinde información de valor estratégico. En este sentido, debemos evaluar los impactos de dichas situaciones, analizando para la tendencia descripta en cada variable qué efectos (positivos y negativos) podría tener la misma sobre nuestro tema de estudio, nuestros intereses y en el horizonte de tiempo considerado.

¿Qué buscamos obtener?

Un análisis integrado de “cadenas causales” o en otras palabras de efectos positivos y negativos, y además la influencia de cada efecto sobre otros efectos que puedan impactar (positiva o negativamente) sobre nuestros objetivos, metas e intereses.

El resultado de este trabajo permitirá elaborar los consabidos Mapas de Riesgos y de Oportunidades… que servirán para motivar y hacer efectivas las estrategias de Gestión de Riesgos y de Prevención, y también para construir los sistemas de Alerta Temprana

¿Qué herramienta usaremos?

Para ello, utilizamos nuevamente la técnica Ishikawa pero con sentido contrario, ya que no vamos a las causas (del pasado) sino a los efectos (a futuro). Puede usarse el programa VISIO o cualquier otro graficador, e incluso hacerse manualmente.

¿Cómo hacerlo?

Para cada variable considerada, la tendencia descripta en el escenario  tendencial es sometida a un análisis sobre qué efectos (positivos y negativos)…

Para mayores detalles, consultar los manuales de los métodos mencionados en los distintos tópicos en los que se desarrollan los conceptos y procesos adecuados.

Segundo paso: detectar los IPC  (indicios de pre-configuración) y montar los SATs

Una vez reconocidos los posibles riesgos a futuro, se opera en la siguiente secuencia (para esta parte puede utilizarse el software disponible en el método MEYEP, normalmente, en cada una de sus hojas, pueden leerse las instrucciones de aplicación):

  1. Tomar cada uno de los riesgos y verificar si es posible agrupar algunos de ellos en algo que los incluya, a la manera de un “riesgo mayor”.
  2. Verificar para ese riesgo reconocido, si tiene o puede tener riesgos derivados, e identificarlos si se lo considera apropiado.
  3. Para cada riesgo principal y cada derivado, determinar qué “indicadores” (a los que llamaremos IPC, que significa Indicios de Pre-Configuración) deberían ser analizados continuamente, de tal manera que su movimiento (en incremento o disminución) pueda estar dando alguna “señal” que se incrementa o disminuye la probabilidad de que dicho riesgo se configure en un hecho concreto.
  4. Definir la forma, contenido y características que cada IPC debe tener, para ser útil.
  5. Recordar que, de la misma manera que para todo indicador, para cada IPC debe determinarse:
    • Qué debe medirse u observarse
    • Cómo debe medirse o evaluarse
    • Fórmula, algoritmo, rango u otra manera de “medirlo”
    • Frecuencia o momentos en que debe ser medido o evaluado
    • Manera en que deben ser presentados los resultados de medición o evaluación
  6. Determinar la forma en que será medido o evaluado cada IPC. En lo posible, deben buscarse procesos automáticos y continuos de medición.
  7. Desarrollar, montar y poner en servicio el correspondiente SAT.
  8. Producir la integración de los distintos SATs, siempre que no afecte su utilidad y procesamiento.

De esta manera, quedan montados y operativos los SATs, brindando información de alta sensibilidad para la toma de decisiones.

Interrogantes de ayuda en cada momento

En este proceso de diseño, montaje y puesta en funcionamiento de los SATs, podemos considerar cuatro grandes áreas a ser atendidas, cada una en su momento. Describiremos cada una de ellas, y para las mismas propondremos una breve lista de interrogantes que entendemos ayudan a la organización y planeamiento, y mejoran los resultados.

1. Detección y reconocimiento de los riesgos a futuro

  • ¿Se conocen los riesgos y las vulnerabilidades o consecuencias que pueden producir de configurarse como hechos?
  • ¿Qué características, pautas y posibles comportamientos presentan los factores de riesgo analizados?
  • ¿Se ha distribuido a todos los actores involucrados suficiente y clara información sobre los riesgos, sus consecuencias y las vulnerabilidades que pueden producir?

2. Seguimiento y anticipación

  • ¿Se realiza el seguimiento y evaluación de los parámetros e IPCs correctos, en tiempo y forma?
  • ¿Existen y se logran bases científicas sólidas para elaborar pronósticos y anticipación estratégica?
  • Lo diseñado y en operación ¿permite emitir alertas precisas y oportunas?

3. Difusión y comunicación

  • Reciben información oportuna y clara todos los actores involucrados en la prevención y gestión de riesgos y los posibles afectados?
  • ¿Se comprenden y asumen adecuadamente los riesgos y las alertas?
  • ¿La información de alerta resulta útil y apropiada?

4. Decisión Estratégica y planes de acción

  • ¿Se revisan periódicamente los planes, incluso los de contingencia, y se actualizan en función de las alertas?
  • ¿Se utilizan los conocimientos locales y externos, y la experiencia?
  • ¿Está la organización preparada, motivada y comunicada para actuar en consecuencia de las decisiones que se adopten?

Creemos que con esta síntesis aclaramos los conceptos generales y pasos más importantes del proceso de diseño, montaje y puesta en servicio de Sistemas de Alerta Temprana, referidos a la prevención y gestión de riesgos en el futuro, para poder anticiparse a los mismos, así como a las oportunidades.

Obviamente, el proceso, que en sí mismo es relativamente simple, nace y será eficiente si su punto de partida lo es. Y ese punto de partida –absolutamente imprescindible, como ya se ha mencionado- son los mapas de Riesgos y de Oportunidades a Futuro.

Autor: Mag. Eduardo R. Balbi,  Presidente de la Red EyE – Escenarios y Estrategia- en América Latina. Director General de ANTICIPARSE. e.balbi@anticiparse.org; eduardorbalbi@gmail.com. Buenos Aires, agosto de 2011. Actualizado en 2016 y en marzo de 2018

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