En los párrafos que siguen se vuelca una muy apretada y parcial síntesis de aspectos predominantes acerca del marco general de diversas metodologías de investigación, y en particular al campo conocido hoy como Prospectiva, Estudios o Investigación de Futuros, o Foresight.
Incluimos, por lo menos en conceptos generales, al reciente término “foresight”, más allá de sus pretendidas diferencias con prospectiva, y dejamos de lado claramente el término “forecast o forecasting”, ya que se refiere a un pronóstico y no a un estudio prospectivo.
1) Cuando se intenta bucear en el futuro, (tratar de conocer anticipadamente cómo podrá (o podría) ser una situación –escenario- a futuro), y sobre todo cuando se aborda un tema o asunto de particular significación, se trata de obtener información de anticipación(1) que permita entre otras cosas elaborar políticas y estrategias y servir de soporte al planeamiento (planeación) y fundamentalmente a las decisiones referidas al tema y a su perfil dentro de una situación potencial futura, que obviamente todavía no se ha producido.
2) Históricamente, la penetración en el futuro se ha realizado mediante lo que suele llamarse extrapolación del pasado y del presente. La proyección de los datos del pasado, la prognosis (pronóstico, forecast) basada también en antecedentes del pasado y la modelización (normalmente matemática y particularmente estadística) del comportamiento de variables e indicadores, han sido las herramientas habituales para la elaboración de las denominadas tendencias, sin olvidar el método comparativo, especialmente las analogías. A ellas se les agregó, en aquellos casos posibles, la modelización de prueba y ensayo y la simulación (mencionada aquí en sentido genérico).
3) Es más, la base de los conceptos aún vigentes en la investigación científica, incluso en el campo de las ciencias sociales, sigue estos cánones. Es lo que ha dado en acuñarse como el método hipotético-deductivo, al cual se agregó en algún momento cercano –pero lamentablemente, dejado de lado- una variante importante, la fenomenología, sin descartar otros progresos.
Dentro de las ciencias sociales se produjo un fuerte debate entre los postulantes al enfoque o proceso cuantitativo, frente a quienes se pronunciaban a favor del cualitativo. Hoy se reconoce la importancia de una adecuada combinación de ambos, aun cuando subsiste una suerte de lucha jerárquica entre sus adherentes.
4) Posiblemente los últimos aportes a la investigación en Ciencias Sociales, han sido la incorporación de la Teoría General de los Sistemas (o enfoque sistémico) y el denominado Pensamiento Complejo.
5) De tal forma, este avance sobre el futuro se sigue apoyando en su desarrollo y enfoque tradicional de lo ya ocurrido en el pasado y en lo que ocurre en el presente y en sus combinaciones y “probable dinámica futura” deducida por proyección o pronóstico para los tiempos por venir. Es, sin dudas, un proceso intelectual muy sólido, racional, que intenta ser objetivo (o en realidad, lo menos subjetivo posible) y que a través de una fuerte apoyatura en herramientas formales como la matemática (en sus diversos campos) y la lógica, avanzan conclusivamente realizando –como ya fue mencionado- proyecciones y pronósticos acerca de cómo serán (en realidad, cómo podrían ser) los sucesos, las situaciones, los escenarios en el mañana.
6) No hay dudas acerca de la fortaleza de este planteo, que sigue siendo una buena base de los estudios e investigaciones que se realizan, no sólo en el mundo académico, sino también en el plano de su aplicación práctica. Sin embargo, la dinámica de cambio continuo que vivimos hoy nos lleva a diversas reflexiones, algunas de las cuales desarrollamos en el punto 10.
7) Dentro de este marco tradicional, las necesidades llevaron a diversos grupos de analistas e investigadores a elaborar técnicas y modelos para ser usados en los casos en que la dinámica de cambio creciente hacía perder solidez a las tendencias, especialmente en análisis de mediano y largo plazos. Mucha fue la producción conocida, la que más allá de sus nombres técnicos a veces diferentes, tienen ejes comunes.
8) A medida que la batería de herramientas crecía, apareció la necesidad de buscar otros conjuntos más generales a los que comenzaron a llamarle “métodos” que, sirviéndose de las ya desarrolladas, permitiesen elaborar pronósticos de futuro de manera práctica.
9) El desarrollo último de algunas de estas propuestas iniciales y la combinación de ellas, dieron nacimiento a lo que hoy podemos considerar las “escuelas de prospectiva”. Tal es el rol que les cabe, entre otros, al Método MEYEP, desarrollado en Argentina sobre la base de modelos y técnicas existentes, que combina varias otras y crea algunos soportes técnico-metodológicos originales.
10) Respecto de las limitaciones del método hipotético-deductivo en general, conviene hacer algunas reflexiones.
a) En primer lugar, al realizar extrapolaciones y con ellas proyecciones o pronósticos, analizando el probable comportamiento de las variables (que es, a su vez, una extrapolación de datos o conductas del pasado y presente), debemos reconocer que se parte del supuesto que el entorno o contexto en el que se desenvuelve una determinada variable y los componentes de sí misma (especialmente en el caso de variables complejas) se comportarán en el futuro de la misma manera (o con los mismos patrones) que en el pasado. Es decir, las variables exógenas y los componentes de cada variable analizada tendrán el mismo comportamiento a futuro y producirán interacciones similares, con consecuencias parecidas.
b) En segundo lugar, dado que los pronósticos se basan exclusivamente en información del pasado y presente, (existente en registros históricos), ningún nuevo acontecimiento, evento o fenómeno será considerado ni aparecerá como consecuencia del análisis, pues desde esta perspectiva restrictiva, no tiene base para una sustentación analítica, y por tanto es rechazado o ignorado. En otras palabras, por ejemplo no se tiene en cuenta el modelo de Inteligencia Organizacional, y las informaciones sobre cambios de las tendencias que se pueden y se deben implementar mediante técnicas como la administración de fuentes humanas, medios técnicos y otros procesos que hoy son –en todos los casos- legales y con profunda instrumentación.
c) Por último (y para mencionar apenas algunas limitaciones), generalmente no se consideran aspectos poco racionales, poco previsibles o atípicos, que podemos incluirlos en los conceptos de “factor humano, conductas irracionales (en realidad, no ajustadas a ciertos parámetros), fuera de normas, etc.”. Nos referimos a los cambios de tendencias, conductas y actitudes derivadas de procesos individuales o colectivos, y que producen efectos o resultados fuera de lo esperado. Para analizar estos posibles cambios y sus efectos se utilizan diversas técnicas, como la Técnica APER (Análisis de las Percepciones de los Actores) y la Técnica TAN (Análisis de Núcleo de Escenarios) desarrolladas también en Argentina por el mismo equipo de desarrollo del método MEYEP.
11) Por estos senderos, la pretendida anticipación era planteada en general como una descripción, una elaboración intelectual de los sucesos más “probables” que podían ocurrir a futuro, partiendo de la información histórica existente y sobre todo, del peso determinante de su patrón histórico.
12) Por ser muy pertinente al desarrollo de este texto, citaremos a Mario Bunge, quien en su obra “La Investigación Científica” define:
Conjetura: intento consciente, pero no racionalmente justificado, de representarse lo que es, fue o será, sin fundamento de ninguna clase.
Prognosis: conjetura informada, o predicción de sentido común, que es una previsión basada en generalizaciones empíricas más o menos tácitas.
Predicción científica: es una previsión basada en teorías y datos científicos (o tecnológicos)
Retrodicción científica: es una retrovisión basada en teorías y datos científicos (o tecnológicos)
Desde estas definiciones, puede aventurarse que en general, cualquier análisis (y la Inteligencia en particular) realizaría en el mejor de los casos prognosis o proyección, dado que llegar a una predicción científica requiere de otras probanzas. Y es precisamente aquí donde la prospectiva comienza a plantear miradas distintas y más sistémicas y complejas hacia el futuro, alejándose de la linealidad y unidireccionalidad de las proyecciones y pronósticos, para obtener mejores resultados y mejor Inteligencia.
Veamos a continuación, una apretada síntesis de las distintas vías de aproximación al futuro más conocidas, y en el lenguaje práctico con el que se las entiende:
Vías de aproximación al futuro
Pronóstico: Se refiere al desarrollo de eventos futuros generalmente probables; representa juicios razonados sobre algún resultado particular que se cree el más adecuado para servir como base de un programa de acción.
Predicción: Se basa en teorías determinísticas y presenta enunciados que intentan ser exactos respecto a lo que sucederá en el futuro. (Nota: la predicción se considera imposible en el amplio y difuso campo de las ciencias sociales, dado que requeriría saber con absoluta certeza lo que ocurrirá, o no, en el futuro)*
Previsión: Pretende dar una idea de los sucesos probables a los cuales será preciso adaptarse, conduciendo a decisiones inmediatamente ejecutables.
Proyección: Brinda información sobre la trayectoria de un evento, asumiendo la continuidad del patrón histórico. Provee una serie de alternativas a considerar
Prospectiva: Consiste en atraer y concentrar la atención sobre el futuro, imaginándolo a partir de éste y no del presente.
Fuente: Miklos y Tello, “La Planeación Prospectiva”, pág. 41
* Juicio de este autor, en base a escritos de Bochenski, Mario Bunge y otros autores
Como se ve, al final de la lista aparece la prospectiva. El planteo de este corpus intelectual y metodológico es amplio, de gran fortaleza y abarcativo. Algunos conceptos que abren la comprensión de este planteo son los siguientes:
“Las fuerzas de la naturaleza, de la dinámica social y política, de los descubrimientos científicos y de la innovación tecnológica determinan en gran medida el futuro. Sin embargo, la elección del hombre, cada vez más, moldea el futuro(2).”
“La sociedad no puede controlar completamente el futuro, pero puede tener influencia en el curso de la historia. Esta influencia hace que el esfuerzo de considerar el balance entre lo que queremos y lo que es posible, valga la pena.”
“Solicitar a la gente que coopere en la construcción de un mañana mejor no es razonable sin una imagen compartida, integral e imperiosa del futuro.”
“La manera en que se crean dichas imágenes influye en la calidad del futuro.”
Este planteamiento establece una ayuda fundamental, especialmente para el planeamiento a mediano y largo plazos y, sobre todo, para servir de incentivo a una conducta activa o dinámica hacia la construcción del escenario de futuro deseado o, en el peor de los casos, para prevenir o evitar el desarrollo de ESCENARIOS NO DESEADOS.
Notas:
(1) En realidad se trata de obtener (basados en información recabada, organizada y analizada) Inteligencia Estratégica, de Negocios o en definitiva, apta para la toma de decisiones de nivel estratégico. Esta actividad y actitud se conoce hoy como Anticipación Estratégica, tema que se abordará en un artículo posterior.
(2) Notas extraídas de la Introducción, Capítulo 1, de la publicación “Futures Research Methodology”, Jerome Glenn Editor y Compilador, publicado por el American Council for the United Nations University, Washington, 1999).
Autor: Mag. Eduardo R. Balbi, Presidente de la Red EyE – Escenarios y Estrategia- en América Latina. Director General de ANTICIPARSE. mail: e.balbi@anticiparse.org; eduardorbalbi@gmail.com. Buenos Aires, enero 2005, con antecedentes desde 1990. Actualizado en marzo de 2018
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